Dave Paulding, director regional de ventas para el Reino Unido y Oriente Medio, Interactive Intelligence
La máxima prioridad de cualquier director financiero debe ser la seguridad financiera y la viabilidad de la empresa. Deben trabajar para garantizar que una organización tenga las herramientas necesarias para ganar o ahorrar dinero, al mismo tiempo que invierten sabiamente en nuevas soluciones. La migración a la nube es un buen ejemplo, ya que puede ofrecer importantes ahorros de costos y potencial para nuevas fuentes de ingresos, pero también puede existir el temor a lo desconocido.
Una encuesta de Interactive Intelligence sugiere que muchos están dejando de lado este miedo y dando el salto a la nube. Muestra que casi tres cuartas partes de las empresas que operan un centro de contacto están pensando en migrar a la nube. Por lo tanto, dado que es probable que muchos de sus competidores estén aprovechando los beneficios que puede aportar la nube, ¿qué deben tener en cuenta los directores financieros si desean nivelar el campo de juego?
No todos los gastos son iguales
Cuando una organización se traslada a una solución provista en la nube, como las comunicaciones como servicio, la primera diferencia que notarán los directores financieros es que el gasto en estos servicios pasa de ser principalmente de gastos de capital a ser principalmente de gastos operativos. La empresa ya no necesitará comprar la mayor parte del hardware asociado con las comunicaciones sobre IP, como servidores, cajas de distribución, etc., sino que las funciones de estos dispositivos se proporcionarán de forma remota.
Las ventajas de esto son numerosas, pero probablemente la más importante para una empresa hoy en día es la flexibilidad. El uso de OpEx para adquirir funciones clave requiere menos administración que CapEx, lo que significa que las decisiones se pueden tomar más rápidamente y los servicios se pueden implementar más rápidamente. Esto también proporciona agilidad empresarial, lo que permite aumentar o reducir las soluciones de la noche a la mañana con poco gasto.
La proporción de la solución en la nube que se paga a través de CapEx y OpEx depende del tipo adquirido y de cuánta infraestructura de TI desean transferir las empresas.
¿Todo incluido o híbrido?
Algunos podrían pensar que basar todos sus sistemas de telefonía en la nube les permitiría ahorrar dinero, ya que se podría acceder a los servicios a través de una red pública o VoIP, lo que significa que no hay una relación con un operador en el sitio. Esto eliminaría por completo los costos de inversión de capital de su sistema telefónico, y solo requeriría un alquiler mensual o un pago por uso.
Aunque esto parece ofrecer una mejor planificación presupuestaria a largo plazo, cabe señalar que si se pierde la conexión VoIP, también se pierden todos los datos de acceso o las llamadas, lo que puede resultar muy costoso. Esto es especialmente cierto para aquellas empresas que dependen de la telefonía para realizar compras o transacciones financieras, como un minorista o un banco. Cada minuto que no se puede contactar con un cliente es tiempo perdido para vender. Un estudio de CA Technologies estima que la cantidad global de ingresos perdidos por tiempo de inactividad de TI es de $26.5 mil millones al año, y entre los departamentos más afectados se encuentran los de ventas y finanzas.
La opción más segura es crear una nube privada mediante la compra e instalación de una infraestructura en las instalaciones. Sin embargo, esto depende en gran medida de los gastos de capital y puede resultar muy costoso tanto en términos de instalación como de mantenimiento continuo, por lo que solo es adecuado para las organizaciones más grandes.
La opción más rentable es un modelo híbrido alojado que ofrece lo mejor de las redes de nube pública y privada: la infraestructura operada por el proveedor se implementa en la red local de una empresa con la voz y los datos guardados en las instalaciones, lo que garantiza el acceso y la seguridad continuos, mientras que la lógica y el enrutamiento están en la nube pública y ofrecen el modelo de precio de nube pública.
Al pasar a una solución híbrida, los directores financieros deben saber quién es el propietario del equipo in situ y su coste. Algunos proveedores pueden alquilar el equipo por una tarifa mensual que puede ser complementaria al cargo por servicio, mientras que otros ofrecerán la oportunidad de comprar el equipo por una suma global o un plan de pago distribuido en un período determinado. Una vez más, vale la pena comprobar cómo se fijan los precios.
Solo si conocen el panorama completo, los directores financieros pueden asesorar y aprobar eficazmente la solución en la nube más adecuada para su empresa. Esto garantiza la adquisición de tecnología innovadora a un precio asequible que optimizará el negocio.